1.- La
importancia de la producción de huevos.
El consumo nacional de huevos por habitante y año es de unas 220 unidades ( Los piensos de ponedoras representan alrededor del 12.5% de los piensos fabricados en España, y casi el 10% de los piensos fabricados en 2.- La alimentación de las pollitas de recría. Las pollitas son de estirpes híbridas (las blancas proceden de la raza Leghorn y las morenas de la raza Rhode Island) que pesan 35- Aunque por una parte interesa que el periodo improductivo de la recría sea corto y las pollitas comiencen a producir cuanto antes, por otra parte no interesa que los huevos producidos sean pequeños ya que son difíciles de comercializar. Debido a que los huevos puestos por las pollitas demasiado jóvenes son pequeños, se procura retrasar la madurez sexual de las pollitas hasta al menos las 20 semanas de edad. El método más eficaz para retrasar el inicio de la puesta hasta que la pollita esté totalmente desarrollada es la utilización de programas de iluminación. No obstante, la restricción alimentaria también ayuda a retrasar la madurez sexual de las pollitas; aunque las pollitas ligeras (blancas) no suelen restringirse durante su recría, en ocasiones se restringe ligeramente a las pollitas morenas. Las pollitas se alimentan con 2 ó 3 tipos de pienso según la explotación y la estirpe: un pienso de iniciación hasta las 6-8 semanas, un pienso de crecimiento hasta las 16 semanas, y un pienso de prepuesta a partir de las 16 semanas. La concentración energética de los piensos de recría es baja para evitar engrasamientos; lo fundamental en cualquier caso es que la pollita mantenga durante toda la recría un peso conforme al estandar de crecimiento de su estirpe. En el pienso de prepuesta se aumenta el contenido en calcio hasta un 2.0-2.5% para favorecer la formación de suficientes reservas óseas, de manera que durante el posterior periodo de puesta no aparezcan fenómenos de debilidad de huesos ó de la cáscara del huevo. En el caso de que las pollitas se recríen en el suelo, los piensos de recría contienen un coccidiostático; además, los piensos de recría contienen antifúngicos, antioxidantes y, en algunas ocasiones, ß-glucanasas y fitasas. Las pollitas de recría consumen unos
La puesta dura 12 meses durante los cuales producen unos 280 huevos con un peso de 60- Las ponedoras siguen creciendo 1-
Un huevo de tamaño medio (60- En España y en El tamaño del huevo depende fundamentalmente de la estirpe (las estirpes morenas producen huevos algo mayores que las estirpes blancas) y de la edad de la ponedora (las ponedoras viejas ponen huevos mayores que las jóvenes). La alimentación no puede aumentar el tamaño del huevo; no obstante, cualquier factor que reduzca la ingestión de energía se manifiesta en una caída de la producción y una disminución del tamaño del huevo; también una deficiencia de los piensos en fósforo disponible, metionina ó en ácido linoleico reducen el tamaño del huevo; finalmente, las altas temperaturas provocan una reducción de la ingestión, y por tanto una disminución del peso del huevo. Por el contrario, el déficit proteico, aunque afecta muy negativamente a la producción de huevos, prácticamente no afecta al tamaño. Un inconveniente del huevo es su contenido en colesterol (230 mg por huevo, localizado en la yema), que se ha relacionado con la aparición de ateroesclerosis; el contenido en grasa y colesterol del huevo no se pueden reducir de manera apreciable. En cuanto a la calidad comercial del huevo son importantes, además del tamaño, la limpieza del huevo, la solidez de la cáscara, la consistencia de la clara, y la pigmentación de la yema. La limpieza del huevo está relacionada con la humedad de las heces, de manera que todos aquellos factores que favorezcan la aparición de heces húmedas afectan negativamente la limpieza del huevo, además de favorecer la contaminación porSalmonella. Los factores nutricionales que determinan la calidad de la cáscara (básicamente el contenido en calcio del pienso) se comentarán más adelante; los huevos con cáscaras frágiles son más susceptibles a la contaminación con Salmonella. La calidad del albumen (relacionado con el contenido en ovomucina) se mide en Unidades Haugh; la calidad del albumen disminuye con la edad de la ponedora y con el tiempo de almacenamiento del huevo, pero la alimentación prácticamente no le afecta. La pigmentación de la yema se mide con Finalmente, es conveniente tener presente que algunas materias primas contienen factores antinutritivos que pueden afectar la calidad del huevo; así, las habas reducen el tamaño, el girasol reduce la consistencia del albumen, las harinas de colza y de pescado modifican el sabor, y la semilla de algodón da color marrón a la yema. b) Las necesidades energéticas y proteicas. Las aves excretan conjuntamente las heces y la orina por lo que es particularmente difícil determinar la digestibilidad de los nutrientes; por este motivo, en la alimentación de aves se utiliza la energía metabolizable como unidad de valoración tanto de las necesidades como del valor energético de los alimentos; las pérdidas gaseosas debidas a las fermentaciones intestinales son desprecibles en aves. Debido a que el peso de las ponedoras no varía mucho, las necesidades de las ponedoras se pueden expresar en función del peso vivo. Las necesidades proteicas dependen básicamente del estado productivo de las ponedoras; mientras que un déficit proteico provoca una menor producción de huevos, un exceso de proteína provoca una mayor desaminación y formación de ácido úrico, lo que contribuye a la formación de heces húmedas. Con las raciones habituales basadas en cereales y torta de soja, el aminoácido limitante suele ser la metionina; cuando este tipo de raciones se formulan para que aporten un nivel adecuado de metionina se suele asegurar un aporte suficiente del resto de aminoácidos esenciales. Como media, las necesidades energéticas y proteicas diarias de las ponedoras son 1.25-1.5 MJ EM y 10-
El aporte de calcio es fundamental para la formación de la cáscara del huevo (el 95% de la cáscara de los huevos es carbonato cálcico, esto es, la cáscara contiene casi - al aumentar la edad de la ponedora empeora el grosor de la cáscara ya que aumenta el tamaño del huevo. - en epocas de calor ocurren dos fenómenos que colaboran en el empeoramiento de la solidez de la cáscara: - disminuye el consumo de pienso y por tanto la ingestión de calcio. - aumenta el ritmo respiratorio para perder calor evaporando agua, perdiendo también cantidades importantes de CO2, lo que origina una alcalosis metabólica que se compensa con una mayor excreción renal de bicarbonato. El resultado neto es una menor disponibilidad de bicarbonato para formar el carbonato de la cáscara. Por otra parte, para la formación de la cáscara no se utiliza unicamente el calcio absorbido en el aparato digestivo sino que el 30-40% proviene de la zona medular del hueso (reponiéndose con el calcio absorbido). Si no hay un aporte suficiente de calcio en la ración, las ponedoras descalcifican los huesos para obtener el calcio necesario para formar la cáscara; aunque la movilización sea intensa, la producción de cáscara es normal y no hay disminución de la producción de huevos. No obstante, cuando las gallinas ya han consumido totalmente las reservas de calcio del hueso medular y comienzan a movilizar el calcio de la zona ósea cortical aparece una osteoporosis denominada fatiga de las baterías: las patas se vuelven débiles y quebradizas y las gallinas se sientan ó se caen; si ocurren fracturas de vértebras, degenera la médula espinal y aparecen parálisis. La fatiga de las baterías suele ir acompañada de un aumento de los huevos rotos y en fárfara (huevos sin cáscara); posteriormente la gallina deja de comer, cesa la puesta y termina muriendo. La prevención y el tratamiento de las cáscaras débiles y de la fatiga de las baterías consisten en ajustar la inclusión de calcio según la concentración energética de la ración y la producción de huevos. Las necesidades de calcio son de 3- Además del calcio, otros nutrientes que intervienen en la calidad de la cáscara son: - el manganeso participa en la trama proteica de la cáscara - la vitamina D3 participa en la absorción y movilización del calcio - el exceso de amoniaco ambiental debido a una excesiva desaminación - el exceso de cloro (p.e. aguas salinas) y el exceso ó la deficiencia en fósforo disponible también afectan la calidad de la cáscara - finalmente, como ya se ha comentado, el calor provoca una menor ingestión, y por tanto el número de huevos rotos es mayor en épocas calurosas d) Los piensos de ponedoras. El pienso de puesta se formula a base de cereales (hasta un 65%) y torta de soja (alrededor del 20%). El maíz se utiliza sin límite de inclusión; la cebada se limita a un 25% debido a que los ß-glucanos producen heces pegajosas que ensucian las jaulas y los huevos (la inclusión de cebada puede superar el 50% si se utilizan ß-glucanasas); un inconveniente de la inclusión de altas proporciones de trigo es que aparecen problemas debido a la pastosidad de la harina por la presencia de pentosanos. La harina de pescado y la torta de colza pueden provocar sabores anormales en el huevo, por lo que no se suelen incluir en los piensos de ponedoras. Las materias primas fibrosas (torta de girasol, salvado de trigo, etc) se pueden incluir en los piensos de ponedoras hasta un 10% en total. Los piensos de ponedoras suelen incluir alrededor del 2.5% de grasa de rumiantes para asegurar un cierto aporte de ácidos grasos esenciales y, además, reducir la formación de polvo. Respecto a la adición de ingredientes complementarios, estos piensos se suplementan con metionina (que suele ser el aminoácido limitante en las raciones de ponedoras) y, dependiendo de las materias primas utilizadas, con otros aminoácidos. Los piensos basados en el maíz suelen aportar suficiente ácido linoleico. Como ya se ha comentado, el calcio es imprescindible para la formación y renovación de la estructura ósea de las aves, así como para la formación de la cáscara del huevo; el fósforo también es esencial tanto para la formación y mantenimiento de la estructura ósea, como para la formación de compuestos metabólicos; por lo tanto, las deficiencias en calcio, fósforo ó vitamina D3 (las aves no utilizan eficazmente la vitamina D2) dan lugar a cuadros de cáscaras débiles y debilidad de patas. La relación óptima calcio/fósforo disponible es del orden de 10 para ponedoras; es conveniente tener en cuenta que el 60-70% del fósforo vegetal está en forma de fitatos, no disponibles para las aves, a no ser que se utilicen fitasas. También es conveniente tener en cuenta que un exceso de fósforo interfiere la absorción intestinal de calcio, y que un aporte excesivo de vitamina D3 sin un concomitante aporte de calcio puede provocar un hiperparatiroidismo secundario que incrementa la intensidad de la resorción ósea. Los aditivos tecnológicos que se utilizan en los piensos de ponedoras son antifúngicos (aunque las ponedoras son relativamente resistentes a las micotoxinas, estas pueden pasar al huevo, con el consiguiente riesgo para el consumidor) y, dependiendo del contenido en grasa del pienso, antioxidantes. Respecto a los aditivos mejoradores de la digestión, se suelen añadir ß-glucanasas en los piensos que contienen una alta proporción de cebada; también cada vez es más frecuente la utilización de fitasas para mejorar la utilización del fósforo vegetal. Finalmente, como ya se ha señalado, los piensos de ponedoras contienen pigmentantes para colorear la yema (en ocasiones se incluye alfalfa en los piensos de ponedoras debido a su contenido en xantofilas). En los piensos de ponedoras, como en los de pollos, no se utilizan saborizantes; tampoco se suelen incluir probióticos, ya que su efecto es mínimo. En los piensos de ponedoras no se pueden incluir antibióticos ni coccidiostáticos. En los piensos de ponedoras, como en los del resto de las especies zootécnicas, además de carbonato cálcico, fosfato y sal, se incluye un corrector vitamínico-mineral; los principales trastornos que pueden aparecer en el caso de una deficiencia vitamínico-mineral son: - los piensos con mucho maíz (deficitario en triptófano) pueden provocar deficiencias en niacina, que se traduce en dermatitis, enteritis e hígado graso - la deficiencia en niacina y en molibdeno está relacionada con la aparición de perosis (arqueamiento de la tibia) - la deficiencia en biotina está relacionada con lesiones en la planta de las patas. Un trastorno frecuente en las gallinas ponedoras es el síndrome del hígado graso hemorrágico. En efecto, las aves sintetizan más del 90% de los lípidos en el hígado y los transportan por la sangre al tejido adiposo (para almacenar grasa) y al ovario (para la formación de la yema del huevo), por lo que los niveles plasmáticos de lípidos en las aves son muy altos, especialmente en las ponedoras. La excesiva lipogénesis provoca la degeneración grasa del hígado (hígado aumentado de tamaño y de color amarillento) debido a que se supera la capacidad de transporte de lípidos en el plasma, por lo que la grasa se deposita en el hígado. Las gallinas con hígado graso, además de reducir la puesta, son muy susceptibles al estrés, siendo la mortalidad relativamente alta. Este trastorno es relativamente frecuente en ponedoras morenas obesas, y en épocas de calor. La causa nutricional desencadenante del hígado graso es la alta ingestión de carbohidratos, lo que provoca una excesiva lipogénesis; además, los cereales contienen poca biotina (que tiene función lipomovilizadora). La alta concentración energética, las aflatoxinas y las épocas de calor favorecen la síntesis y acúmulo de lípidos, por lo que se favorece la aparición del hígado graso. Existen piensos dietéticos para la reducción del riesgo del síndrome del hígado graso: estos piensos incluyen bastante grasa insaturada en sustitución de almidón (para reducir la lipogenesis hepática), así como factores lipotropos (p.e. metionina, biotina, niacina; existen preparados comerciales que contienen estos nutrientes) para reducir la deposición de grasa hepática; estos piensos se utilizan durante 2-3 meses, sobre todo al final de la puesta de las ponedoras morenas.
Habitualmente se utiliza el mismo pienso durante todo el periodo de puesta; no obstante, en algunas explotaciones se utiliza un pienso con más calcio a partir de los 7 meses de puesta, ya que a partir de esta edad los huevos (y por lo tanto la cáscara) aumentan de tamaño. Normalmente se utilizan los mismos piensos para ponedoras blancas y morenas. Los piensos de ponedoras se suministran en harina ya que la granulación provoca un aumento de la ingestión que no se refleja en la producción de huevos. Las gallinas ponedoras se alimentan ad libitum; no obstante, en algunas explotaciones se racionan ligeramente las ponedoras morenas a partir del séptimo mes de puesta para evitar engrasamientos. Respecto a la ingestión de pienso, las ponedoras, igual que el resto de animales monogástricos, tienden a consumir a fin de satisfacer sus necesidades energéticas, pudiendo compensar la concentración energética del pienso (que suele ser de 11.0-12.0 MJ EM/kg) modificando la cantidad de pienso ingerida, de manera que la ingestión energética tiende a ser constante; para las concentraciones energéticas habituales, las ponedoras consumen diariamente alrededor de La temperatura ambiente es, junto con la concentración energética del pienso, el principal factor que determina la cantidad ingerida de pienso; la temperatura óptima para las gallinas ponedoras es de unos 5.- La alimentación de las reproductoras. En España se mantienen unos 2.5 millones de reproductoras de líneas de puesta, y unos 5 millones de reproductoras de líneas de carne. Las reproductoras (pesan 3- Los piensos de las reproductoras son similares a los de ponedoras; no obstante, el aporte de oligoelementos y vitaminas es mayor para las reproductoras, ya que las reservas del futuro pollito dependen del contenido de estos nutrientes en el huevo, y el contenido en el huevo depende básicamente de las cantidades ingeridas por las reproductoras (efecto carry-over). Los piensos de reproductoras también contienen los mismos aditivos que los de ponedoras, excepto obviamente pigmentantes. Aunque las reproductoras se mantienen en el suelo, no está permitida la inclusión de coccidiostáticos en los piensos, por lo que las reproductoras se vacunan contra las coccidiosis. El pienso de reproductoras se suele suministrar en harina; los machos y hembras se suelen alimentar con distintos piensos, adaptados a las necesidades de cada sexo. Las reproductoras no regulan bien la ingestión energética, por lo que tienden a engrasarse, lo que se traduce en una caída de la puesta y de la fertilidad: - las pollitas de recría se restringen a partir de las 5 semanas de edad para, además de retrasar su madurez sexual, evitar que engorden demasiado; el peso de las pollitas se ha de controlar periódicamente para conseguir el crecimiento estandar de la estirpe. - las reproductoras se racionan a un consumo diario de 140- |
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Los veterinarios que
trabajan en avicultura se encuentran frecuentemente con casos de
explotaciones con una incidencia alta de ponedoras con hígado graso. Usted
conoce la relación entre el hígado graso de ponedoras y la nutrición.
El gerente de una fábrica de piensos se
pone en contacto con usted para comentarle que tiene frecuentes reclamaciones
en relación con la solidez de la cáscara de los huevos del tamaño del huevo.
Usted le explica los principales factores nutricionales que suelen dar lugar
a cáscaras débiles, así como aquellos otros que reducen el tamaño del huevo. Una persona que desea poner en funcionamiento una explotación con 50.000 ponedoras acude a usted para ser asesorado sobre la cantidad aproximada de pienso que consumirá su explotación: a) Consumo de pienso diario y anual en la explotación b) Número de silos (de c) Consumo medio diario y anual de agua en la explotación. En una visita a una fábrica de piensos debe usted comentar las diferencias entre los piensos de pollos, de ponedoras y de reproductoras avícolas en cuanto a los aditivos que contienen. En el mes de junio, un avicultor que fabrica su propio pienso (11 MJ EM/kg, 14% PB, 3.5% Ca) acude a usted para ser asesorado sobre las modificaciones a realizar en el pienso habitual, del cual las ponedoras consumen de media Usted no tiene dificultades para comentar la veracidad ó no de las siguientes afirmaciones: - en las épocas de calor son más frecuentes los huevos rotos y pequeños, así como la incidencia del hígado graso - está prohibido incluir aditivos de prescripción en los piensos de ponedoras - para reducir el contenido en colesterol de los huevos es conveniente no incluir grasa en los piensos de ponedoras - los piensos de ponedoras incluyen más de un 5% de carbonato cálcico - en - los pollos tomateros ó pimentones son los hermanos de las ponedoras que se ceban durante 2-3 meses hasta los - la carne de gallina de desvieje tiene un buen mercado - las pollitas de recría se racionan para retrasar su madurez sexual - los piensos de ponedoras deben contener mucho cereal para cubrir las necesidades glucogénicas de producción de huevos - el tamaño del huevo se puede aumentar incrementando la inclusión de grasa - en - las ponedoras destinan las dos terceras partes de la energía y proteína ingerida a cubrir las necesidades de mantenimiento - los piensos de ponedoras no suelen incluir cebada porque la digieren mal - los piensos de ponedoras son más concentrados que los de pollos - la grasa contenida en los piensos favorece la aparición de hígado graso - existe una tendencia a granular los piensos de ponedoras |
Si eres criador o aficionado a estas aves o simplemente te gusta contemplarlas... este es tu blog.
30 de enero de 2013
Nutrición en las gallinas
Artículo acerca de la nutrición en las gallinas
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