30 de enero de 2013

Nutrición en las gallinas

Artículo acerca de la nutrición en las gallinas



1.- La importancia de la producción de huevos.

El sector avícola de puesta aporta el 10% de la Producción Final Ganadera nacional. En España hay unas 2.000 granjas de ponedoras, que en conjunto mantienen unos 40 millones de ponedoras (la mayoría morenas) que anualmente producen unos 10.000 millones de huevos (alrededor del 5% de los huevos se comercializan en forma de ovoproductos); el 90% de estas gallinas se explotan en baterías. El tamaño de las granjas oscila entre 5.000 y más de 100.000 ponedoras; al contrario que en el caso de los pollos, la mayoría de las granjas de ponedoras no están integradas.
El consumo nacional de huevos por habitante y año es de unas 220 unidades (14 kg de huevos); el consumo de huevos tiende a disminuir debido a su contenido en colesterol (230 mg por huevo), al riesgo de contaminación con Salmonella y a la competencia de otras proteínas de origen animal (en la dieta se sustituyen huevos por carne y pescado). España produce alrededor del 12% de los huevos producidos en la UE; aunque la UE es ligeramente excedentaria en huevos, España es ligeramente deficitaria.
Los piensos de ponedoras representan alrededor del 12.5% de los piensos fabricados en España, y casi el 10% de los piensos fabricados en la UE; los costes de alimentación representan alrededor del 60% del coste total de producción en las granjas de ponedoras. El índice de conversión durante el periodo de puesta es de unos 135 g de pienso por huevo producido (IC = 2.1 g de pienso/g de huevo); cuando se considera el consumo de pienso durante la recría de las pollitas, el índice de conversión es de unos 160 g de pienso por huevo producido. 



2.- La alimentación de las pollitas de recría.

Las pollitas son de estirpes híbridas (las blancas proceden de la raza Leghorn y las morenas de la raza Rhode Island) que pesan 35-40 g al nacimiento y, tras el sexaje, se recrían en jaulas hasta las 20-21 semanas de edad (unos 1.5 kg), edad en que comienzan la puesta.
Aunque por una parte interesa que el periodo improductivo de la recría sea corto y las pollitas comiencen a producir cuanto antes, por otra parte no interesa que los huevos producidos sean pequeños ya que son difíciles de comercializar. Debido a que los huevos puestos por las pollitas demasiado jóvenes son pequeños, se procura retrasar la madurez sexual de las pollitas hasta al menos las 20 semanas de edad. El método más eficaz para retrasar el inicio de la puesta hasta que la pollita esté totalmente desarrollada es la utilización de programas de iluminación. No obstante, la restricción alimentaria también ayuda a retrasar la madurez sexual de las pollitas; aunque las pollitas ligeras (blancas) no suelen restringirse durante su recría, en ocasiones se restringe ligeramente a las pollitas morenas.
Las pollitas se alimentan con 2 ó 3 tipos de pienso según la explotación y la estirpe: un pienso de iniciación hasta las 6-8 semanas, un pienso de crecimiento hasta las 16 semanas, y un pienso de prepuesta a partir de las 16 semanas. La concentración energética de los piensos de recría es baja para evitar engrasamientos; lo fundamental en cualquier caso es que la pollita mantenga durante toda la recría un peso conforme al estandar de crecimiento de su estirpe. En el pienso de prepuesta se aumenta el contenido en calcio hasta un 2.0-2.5% para favorecer la formación de suficientes reservas óseas, de manera que durante el posterior periodo de puesta no aparezcan fenómenos de debilidad de huesos ó de la cáscara del huevo. En el caso de que las pollitas se recríen en el suelo, los piensos de recría contienen un coccidiostático; además, los piensos de recría contienen antifúngicos, antioxidantes y, en algunas ocasiones, ß-glucanasas y fitasas.
Las pollitas de recría consumen unos 10 g diarios a la semana de edad, unos 40 g a las 7 semanas, y unos 65 g durante la prepuesta; durante toda la recría, las pollitas consumen 7-8 kg de pienso. El pienso de ponedoras se introduce cuando en el gallinero se alcanza el 5% de la puesta; cuando se suministra pienso de ponedoras (contienen mucho calcio) a pollitas de recría pueden aparecer casos de urolitiasis debido a la precipitación de urato cálcico en los uréteres, lo que puede provocar la muerte de algunos animales; además, pueden aparecer fenómenos de osteopetrosis, que se manifiestan en forma de cojeras debidas a una sobrecalcificación de los huesos. 

PIENSOS DE POLLITAS
                                             Iniciación    Crecimiento    Pre-puesta 
Nutrientes: 
MJ EM/kg                              12.0                11.5                11.5 
% PB                                       18.0                14.0                12.0 
% Grasa                                  <5.0               <5.0                <5.0 
% Fibra bruta                         >3.0               >5.0                >5.0 
% Lisina                                    0.85               0.60                 0.45 
% Metionina+cistina              0.60               0.50                 0.40 
% Treonina                              0.65               0.55                 0.35 
% Triptófano                           0.15               0.10                 0.10 
% Calcio                                   0.80               0.70                 2.0 
% Fósforo disponible            0.40               0.35                 0.35 
% Sodio                                   0.15               0.15                 0.15 
% Acido linoleico                  1.0                 1.0                   1.0
Ejemplos de piensos de pollitas: 
Materias primas 
Maíz                                         55                   39                     39 
Cebada                                    14                   25                     25 
Salvado de trigo                      -                    10                     10 
Torta de soja                          20                   20                     17 
Harina de pescado                  5                     -                        - 
Grasa de rumiante                   -                      2                       2 
Oleínas                                     2                      -                        - 
Carbonato cálcico                  0.5                   0.4                    1.0 
Conchilla de ostras                -                       -                       2.5 
Fosfato bicálcico                   1.5                    1.5                   1.5 
Sal                                            0.2                    0.2                   0.15 
Ingredientes complementarios 
Corrector vit-min                   0.5                    0.5                   0.5 
Aditivos 
Antifúngico                           1.0                    1.0                   1.0 
Antioxidante                          Sí                      No                  No 
Coccidiostático                     Sí                      Sí                    No

3.- La alimentación de las ponedoras.

La puesta dura 12 meses durante los cuales producen unos 280 huevos con un peso de 60-65 g; el índice medio de puesta en las estirpes actuales es del 80%, alcanzando el máximo (un 90-95%) hacia los 2 meses de iniciada la puesta, y el mínimo (un 65-60%) hacia los 12 meses de puesta.
Las ponedoras siguen creciendo 1-2 g diarios hasta alcanzar el peso adulto (unos 2.0 kg) hacia el final de la puesta. 

INDICES DE PONEDORAS
                                                Blancas       Morenas 
Peso a las 21 semanas          1.35 kg          1.65 kg 
Peso a las 70 semanas          1.60 kg          2.20 kg 
Producción de huevos            284              280 
Peso medio del huevo          60.5 g            63.0 g 
IC medio                                   2.10                2.15 
Consumo de pienso: 
     hasta las 21 semanas         7 kg               8 kg 
     durante la puesta             40 kg             45 kg 
     consumo medio diario   115 g             125 g


a) La calidad del huevo.

Un huevo de tamaño medio (60-65 g) contiene 7.0 g de proteína y 6.0 g de grasa (sólo hay grasa en la yema); el contenido energético medio de los huevos es de unos 400 kJ (unos 6.5 kJ por gramo).
En España y en la UE existe una tendencia hacia la producción de huevo moreno (en Norteamérica predomina el huevo blanco); la calidad nutritiva de los huevos blancos y morenos es similar: la única diferencia es que los huevos morenos tienen un pigmento denominado ovoporfirina que, además de colorear la cáscara, la endurece un poco.
El tamaño del huevo depende fundamentalmente de la estirpe (las estirpes morenas producen huevos algo mayores que las estirpes blancas) y de la edad de la ponedora (las ponedoras viejas ponen huevos mayores que las jóvenes). La alimentación no puede aumentar el tamaño del huevo; no obstante, cualquier factor que reduzca la ingestión de energía se manifiesta en una caída de la producción y una disminución del tamaño del huevo; también una deficiencia de los piensos en fósforo disponible, metionina ó en ácido linoleico reducen el tamaño del huevo; finalmente, las altas temperaturas provocan una reducción de la ingestión, y por tanto una disminución del peso del huevo. Por el contrario, el déficit proteico, aunque afecta muy negativamente a la producción de huevos, prácticamente no afecta al tamaño. 
Un inconveniente del huevo es su contenido en colesterol (230 mg por huevo, localizado en la yema), que se ha relacionado con la aparición de ateroesclerosis; el contenido en grasa y colesterol del huevo no se pueden reducir de manera apreciable.
En cuanto a la calidad comercial del huevo son importantes, además del tamaño, la limpieza del huevo, la solidez de la cáscara, la consistencia de la clara, y la pigmentación de la yema. La limpieza del huevo está relacionada con la humedad de las heces, de manera que todos aquellos factores que favorezcan la aparición de heces húmedas afectan negativamente la limpieza del huevo, además de favorecer la contaminación porSalmonella. Los factores nutricionales que determinan la calidad de la cáscara (básicamente el contenido en calcio del pienso) se comentarán más adelante; los huevos con cáscaras frágiles son más susceptibles a la contaminación con Salmonella. La calidad del albumen (relacionado con el contenido en ovomucina) se mide en Unidades Haugh; la calidad del albumen disminuye con la edad de la ponedora y con el tiempo de almacenamiento del huevo, pero la alimentación prácticamente no le afecta.
La pigmentación de la yema se mide con la Escala Roche (de 0 a 15), siendo 10-13 el óptimo de pigmentación del huevo. Normalmente se suelen añadir pigmentantes al pienso de las ponedoras, ya que el contenido en pigmentantes de las materias primas no es suficiente para conseguir una pigmentación adecuada de la yema. Los pigmentantes son mal absorbidos cuando existen enfermedades clínicas ó subclínicas: una reducción en la coloración de la yema está a menudo relacionada con este hecho; por otra parte, los pigmentantes son muy sensibles a la oxidación, por lo que el almacenamiento de los piensos en condiciones deficientes (humedad, altas temperaturas, etc) puede dar lugar a la destrucción de los pigmentantes.
Finalmente, es conveniente tener presente que algunas materias primas contienen factores antinutritivos que pueden afectar la calidad del huevo; así, las habas reducen el tamaño, el girasol reduce la consistencia del albumen, las harinas de colza y de pescado modifican el sabor, y la semilla de algodón da color marrón a la yema. 



b) Las necesidades energéticas y proteicas.

Las aves excretan conjuntamente las heces y la orina por lo que es particularmente difícil determinar la digestibilidad de los nutrientes; por este motivo, en la alimentación de aves se utiliza la energía metabolizable como unidad de valoración tanto de las necesidades como del valor energético de los alimentos; las pérdidas gaseosas debidas a las fermentaciones intestinales son desprecibles en aves. Debido a que el peso de las ponedoras no varía mucho, las necesidades de las ponedoras se pueden expresar en función del peso vivo.
Las necesidades proteicas dependen básicamente del estado productivo de las ponedoras; mientras que un déficit proteico provoca una menor producción de huevos, un exceso de proteína provoca una mayor desaminación y formación de ácido úrico, lo que contribuye a la formación de heces húmedas. Con las raciones habituales basadas en cereales y torta de soja, el aminoácido limitante suele ser la metionina; cuando este tipo de raciones se formulan para que aporten un nivel adecuado de metionina se suele asegurar un aporte suficiente del resto de aminoácidos esenciales. 

Como media, las necesidades energéticas y proteicas diarias de las ponedoras son 1.25-1.5 MJ EM y 10-15 g PB. La relación óptima proteína/energía de los piensos de ponedoras es de unos 11 g PB/MJ EM. El nivel de alimentación de las ponedoras es 1.5-1.75. 

MODELO SIMPLIFICADO PARA LA ESTIMACION DE LAS NECECESIDADES DE NUTRIENTES
Mantenimiento:   420 kJ EM/kg PV   y   2.25 g PB/kg PV 
Puesta:   10 kJ EM/g huevo   y   0.2 g PB/g huevo 
Crecimiento durante la puesta:   35 kJ EM/g engordado   y   0.10 g PB/g engordado 
EJEMPLO
Las necesidades diarias de una ponedora morena de 1.8 kg que produce 0.8 huevos diarios de 60 g, y que engorda 1 g diario son: 
a) Necesidades energéticas diarias: 
     (420 x 1.8) + (10 x 0.80 x 60) + 35 = 1.3 MJ EM 
b) Necesidades proteicas diarias: (2.25 x 1.8) + (0.2 x 0.80 x 60) + 0.1 = 14 g PB

c) Las necesidades de calcio.

El aporte de calcio es fundamental para la formación de la cáscara del huevo (el 95% de la cáscara de los huevos es carbonato cálcico, esto es, la cáscara contiene casi 2.5 g de calcio). En las condiciones habituales de explotación, alrededor del 5% de los huevos se rompen debido a la fragilidad de la cáscara; un huevo roto es peor que un huevo no puesto, ya que la formación del huevo necesita cierta cantidad de pienso; además, los huevos rotos ensucian y deprecian el valor comercial del resto de los huevos. El problema de la solidez de las cáscaras es particularmente importante en dos situaciones: 
      - al aumentar la edad de la ponedora empeora el grosor de la cáscara ya que aumenta el tamaño del huevo. 
     - en epocas de calor ocurren dos fenómenos que colaboran en el empeoramiento de la solidez de la cáscara: 
          - disminuye el consumo de pienso y por tanto la ingestión de calcio. 
          - aumenta el ritmo respiratorio para perder calor evaporando agua, perdiendo también cantidades importantes de CO2, lo que origina una alcalosis metabólica que se compensa con una mayor excreción renal de bicarbonato. El resultado neto es una menor disponibilidad de bicarbonato para formar el carbonato de la cáscara.
Por otra parte, para la formación de la cáscara no se utiliza unicamente el calcio absorbido en el aparato digestivo sino que el 30-40% proviene de la zona medular del hueso (reponiéndose con el calcio absorbido). Si no hay un aporte suficiente de calcio en la ración, las ponedoras descalcifican los huesos para obtener el calcio necesario para formar la cáscara; aunque la movilización sea intensa, la producción de cáscara es normal y no hay disminución de la producción de huevos. No obstante, cuando las gallinas ya han consumido totalmente las reservas de calcio del hueso medular y comienzan a movilizar el calcio de la zona ósea cortical aparece una osteoporosis denominada fatiga de las baterías: las patas se vuelven débiles y quebradizas y las gallinas se sientan ó se caen; si ocurren fracturas de vértebras, degenera la médula espinal y aparecen parálisis. La fatiga de las baterías suele ir acompañada de un aumento de los huevos rotos y en fárfara (huevos sin cáscara); posteriormente la gallina deja de comer, cesa la puesta y termina muriendo.
La prevención y el tratamiento de las cáscaras débiles y de la fatiga de las baterías consisten en ajustar la inclusión de calcio según la concentración energética de la ración y la producción de huevos. Las necesidades de calcio son de 3-4 g diarios, por lo que los piensos contienen 3.5-4.0% de calcio (en épocas de calor hasta un 4.5%). Debido a que los piensos con un alto contenido en carbonato cálcico tienen una baja palatabilidad, la mayor parte del calcio se aporta granulado ó en forma de conchilla de ostras (los piensos de ponedoras contienen alrededor de un 5% de carbonato cálcico granulado ó de conchilla); además, el calcio granulado y de la conchilla es de liberación más lenta en el aparato digestivo, lo que permite que la gallina disponga del calcio más constantemente.
Además del calcio, otros nutrientes que intervienen en la calidad de la cáscara son: 
     - el manganeso participa en la trama proteica de la cáscara 
     - la vitamina D3 participa en la absorción y movilización del calcio 
     - el exceso de amoniaco ambiental debido a una excesiva desaminación 
     - el exceso de cloro (p.e. aguas salinas) y el exceso ó la deficiencia en fósforo disponible también afectan la calidad de la cáscara 
     - finalmente, como ya se ha comentado, el calor provoca una menor ingestión, y por tanto el número de huevos rotos es mayor en épocas calurosas 

d) Los piensos de ponedoras.

El pienso de puesta se formula a base de cereales (hasta un 65%) y torta de soja (alrededor del 20%). El maíz se utiliza sin límite de inclusión; la cebada se limita a un 25% debido a que los ß-glucanos producen heces pegajosas que ensucian las jaulas y los huevos (la inclusión de cebada puede superar el 50% si se utilizan ß-glucanasas); un inconveniente de la inclusión de altas proporciones de trigo es que aparecen problemas debido a la pastosidad de la harina por la presencia de pentosanos.
La harina de pescado y la torta de colza pueden provocar sabores anormales en el huevo, por lo que no se suelen incluir en los piensos de ponedoras. Las materias primas fibrosas (torta de girasol, salvado de trigo, etc) se pueden incluir en los piensos de ponedoras hasta un 10% en total. Los piensos de ponedoras suelen incluir alrededor del 2.5% de grasa de rumiantes para asegurar un cierto aporte de ácidos grasos esenciales y, además, reducir la formación de polvo.
Respecto a la adición de ingredientes complementarios, estos piensos se suplementan con metionina (que suele ser el aminoácido limitante en las raciones de ponedoras) y, dependiendo de las materias primas utilizadas, con otros aminoácidos. Los piensos basados en el maíz suelen aportar suficiente ácido linoleico.
Como ya se ha comentado, el calcio es imprescindible para la formación y renovación de la estructura ósea de las aves, así como para la formación de la cáscara del huevo; el fósforo también es esencial tanto para la formación y mantenimiento de la estructura ósea, como para la formación de compuestos metabólicos; por lo tanto, las deficiencias en calcio, fósforo ó vitamina D3 (las aves no utilizan eficazmente la vitamina D2) dan lugar a cuadros de cáscaras débiles y debilidad de patas. La relación óptima calcio/fósforo disponible es del orden de 10 para ponedoras; es conveniente tener en cuenta que el 60-70% del fósforo vegetal está en forma de fitatos, no disponibles para las aves, a no ser que se utilicen fitasas. También es conveniente tener en cuenta que un exceso de fósforo interfiere la absorción intestinal de calcio, y que un aporte excesivo de vitamina D3 sin un concomitante aporte de calcio puede provocar un hiperparatiroidismo secundario que incrementa la intensidad de la resorción ósea.
Los aditivos tecnológicos que se utilizan en los piensos de ponedoras son antifúngicos (aunque las ponedoras son relativamente resistentes a las micotoxinas, estas pueden pasar al huevo, con el consiguiente riesgo para el consumidor) y, dependiendo del contenido en grasa del pienso, antioxidantes. Respecto a los aditivos mejoradores de la digestión, se suelen añadir ß-glucanasas en los piensos que contienen una alta proporción de cebada; también cada vez es más frecuente la utilización de fitasas para mejorar la utilización del fósforo vegetal. Finalmente, como ya se ha señalado, los piensos de ponedoras contienen pigmentantes para colorear la yema (en ocasiones se incluye alfalfa en los piensos de ponedoras debido a su contenido en xantofilas). En los piensos de ponedoras, como en los de pollos, no se utilizan saborizantes; tampoco se suelen incluir probióticos, ya que su efecto es mínimo. En los piensos de ponedoras no se pueden incluir antibióticos ni coccidiostáticos.
En los piensos de ponedoras, como en los del resto de las especies zootécnicas, además de carbonato cálcico, fosfato y sal, se incluye un corrector vitamínico-mineral; los principales trastornos que pueden aparecer en el caso de una deficiencia vitamínico-mineral son: 
     - los piensos con mucho maíz (deficitario en triptófano) pueden provocar deficiencias en niacina, que se traduce en dermatitis, enteritis e hígado graso 
     - la deficiencia en niacina y en molibdeno está relacionada con la aparición de perosis (arqueamiento de la tibia) 
     - la deficiencia en biotina está relacionada con lesiones en la planta de las patas.
Un trastorno frecuente en las gallinas ponedoras es el síndrome del hígado graso hemorrágico. En efecto, las aves sintetizan más del 90% de los lípidos en el hígado y los transportan por la sangre al tejido adiposo (para almacenar grasa) y al ovario (para la formación de la yema del huevo), por lo que los niveles plasmáticos de lípidos en las aves son muy altos, especialmente en las ponedoras. La excesiva lipogénesis provoca la degeneración grasa del hígado (hígado aumentado de tamaño y de color amarillento) debido a que se supera la capacidad de transporte de lípidos en el plasma, por lo que la grasa se deposita en el hígado. Las gallinas con hígado graso, además de reducir la puesta, son muy susceptibles al estrés, siendo la mortalidad relativamente alta. Este trastorno es relativamente frecuente en ponedoras morenas obesas, y en épocas de calor.
La causa nutricional desencadenante del hígado graso es la alta ingestión de carbohidratos, lo que provoca una excesiva lipogénesis; además, los cereales contienen poca biotina (que tiene función lipomovilizadora). La alta concentración energética, las aflatoxinas y las épocas de calor favorecen la síntesis y acúmulo de lípidos, por lo que se favorece la aparición del hígado graso. Existen piensos dietéticos para la reducción del riesgo del síndrome del hígado graso: estos piensos incluyen bastante grasa insaturada en sustitución de almidón (para reducir la lipogenesis hepática), así como factores lipotropos (p.e. metionina, biotina, niacina; existen preparados comerciales que contienen estos nutrientes) para reducir la deposición de grasa hepática; estos piensos se utilizan durante 2-3 meses, sobre todo al final de la puesta de las ponedoras morenas. 

PIENSOS DE PONEDORAS
                                                     Normal     Verano 
Nutrientes: 
MJ EM/kg                                    11.5            12.5 
% PB                                             13.5            16.5 
% Grasa                                       <5.0            >5.0 
% Fibra bruta                              >3.0           <3.0 
% Lisina                                         0.65            0.90 
% Metionina+cistina                   0.55            0.70 
% Treonina                                   0.45            0.55 
% Triptófano                                0.15            0.20 
% Calcio                                        3.50            4.00 
% Fósforo disponible                 0.35             0.35 
% Sodio                                        0.15             0.15 
% Acido linoleico                       1.0               1.0
Límites de inclusión de ingredientes: 
Cereales                                              50-65% 
Torta de soja                                      15-25% 
Salvado de trigo                                  0-10% 
Grasa de rumiante                               0-5% 
Mandioca                                             0-10%
Ejemplos de piensos de ponedoras: 
Materias primas 
Maíz                                            36                    45 
Cebada                                       25                    13 
Salvado de trigo                         5                      - 
Torta de soja                            20                     25 
Grasa rumiante                           3                       5 
Carbonato cálcico                     2.5                    2.5 
Conchilla de ostras                   5.0                    6.5 
Fosfato bicálcico                       1.5                    1.0 
Sal                                                0.10                  0.10 
Ingredientes complementarios 
Corrector vitamínico-mineral   0.5                    0.5 
Metionina                                  0.05                   0.15 
Lisina                                           -                       0.05 
Aditivos 
Antifúngico                              1.0                     1.0 
Antioxidante                             Sí                       Sí 
Pigmentante                              Sí                       Sí

 MODELO SIMPLIFICADO PARA LA ESTIMACION DEL VALOR NUTRITIVO DE LOS PIENSOS
Proteína: 
* la digestibilidad media de la PB contenida en los piensos es del 80%, siendo despreciables las fermentaciones intestinales: 
          Proteína digestible = 0.80 x PB 
          Aminoácidos absorbidos = 0.80 x PB 
* el 35% de los aminoácidos absorbidos se desaminan: 
          Aminoácidos netos ó disponibles para la síntesis proteica = 0.65 x 0.80 x PB = 0.50 x PB 
Energía: 
* el contenido energético medio de los nutrientes es 23.5 kJ por g de proteína bruta, 39.5 kJ por gramo de grasa y 17.5 kJ por gramo de carbohidrato: 
     EB (kJ) = 23.5 x PB + 39.5 x EE + 17.5 x CNE + 17.5 x FND 
* la digestibilidad media de la PB es del 80%, la del EE es del 90%, la de los CNE es del 90% (la de los MELN es del 80%) y la de la fibra es despreciable: 
     ED (kJ) = 23.5 x 0.80 x PB + 39.5 x 0.90 x EE + 17.5 x 0.9 x CNE = 19 x PB + 35.5 x EE + 16 x CNE 
* respecto al cálculo de la EM que aporta el pienso se asumen las siguientes hipótesis: 
      - el 35% de los aminoácidos absorbidos se desaminan (el coste medio de la desaminación y excreción de ácido úrico es de 14 MJ por g de aminoácido desaminado) y el 65% de los aminoácidos absorbidos se incorporan a proteínas: 
     EM aportada por los aminoácidos = (23.5-14) x 0.35 x 0.80 x PB + 23.5 x 0.65 x 0.80 x PB = 15 x PB 
              EM (kJ) = 15 x PB + 35.5 x EE + 15 x CNE 
* la UE ha establecido la siguiente forma de calcular la EM que aportan los piensos de aves: 
              EM (MJ/kg) = 15.5 PB + 34.5 EE + 16.5 Almidón + 13.0 Azúcares 
EJEMPLO
Un pienso de ponedoras que contiene un 12% de cenizas, un 15% de PB, un 4% de EE y un 6% de FB tiene el valor nutritivo siguiente. 
Proteína: 
     Proteína digestible: 0.80 x 150 = 120 g/kg de pienso 
     Aminoácidos absorbidos: 0.80 x 150 = 120 g/kg 
     Proteína neta: 0.50 x 150 = 75 g/kg 
Energía: 
* la humedad media de los piensos es del 10% 
             EB = 23.5 x 150 + 39.5 x 40 + 17.5 x (1000 - 100 - 120 - 150 - 40) = 15.45 MJ EB/kg 
             EM = 15 x 150 + 35.5 x 40 + 14 x 530 = 11.1 MJ EM/kg

e) El manejo de la alimentación de las ponedoras.

Habitualmente se utiliza el mismo pienso durante todo el periodo de puesta; no obstante, en algunas explotaciones se utiliza un pienso con más calcio a partir de los 7 meses de puesta, ya que a partir de esta edad los huevos (y por lo tanto la cáscara) aumentan de tamaño. Normalmente se utilizan los mismos piensos para ponedoras blancas y morenas. Los piensos de ponedoras se suministran en harina ya que la granulación provoca un aumento de la ingestión que no se refleja en la producción de huevos. Las gallinas ponedoras se alimentan ad libitum; no obstante, en algunas explotaciones se racionan ligeramente las ponedoras morenas a partir del séptimo mes de puesta para evitar engrasamientos.
Respecto a la ingestión de pienso, las ponedoras, igual que el resto de animales monogástricos, tienden a consumir a fin de satisfacer sus necesidades energéticas, pudiendo compensar la concentración energética del pienso (que suele ser de 11.0-12.0 MJ EM/kg) modificando la cantidad de pienso ingerida, de manera que la ingestión energética tiende a ser constante; para las concentraciones energéticas habituales, las ponedoras consumen diariamente alrededor de 120 g de pienso. El consumo diario de agua es de 250-300 cc, dependiendo del índice de puesta y de la temperatura ambiente; igual que en el caso de los pollos, un exceso de agua excretada produce heces húmedas y pegajosas, que ensucian las jaulas e inciden sobre el estado sanitario de los animales y la higiene de los huevos.
La temperatura ambiente es, junto con la concentración energética del pienso, el principal factor que determina la cantidad ingerida de pienso; la temperatura óptima para las gallinas ponedoras es de unos 20 ºC. Las altas temperaturas tienen una gran incidencia en el consumo de pienso; se considera que por cada grado que aumenta la temperatura por encima de los 25 ºC se produce una reducción del 1.5% del consumo de pienso. Las principales consecuencias de la redución del consumo son una caída de la producción (debido a que se ingiere menos energía), una disminución del tamaño del huevo (debido a que se ingieren menos nutrientes) y un empeoramiento de la cáscara (debido a que se ingiere menos calcio). En muchas explotaciones se utilizan piensos específicos durante las épocas de calor; estos piensos son de mayor concentración energética, y contienen más proteína, más calcio y menos fósforo (para favorecer la absorción intestinal de calcio y la resorción ósea). Además, durante las épocas de calor se puede mejorar algo la ingestión de pienso mediante la adición al agua de 50 mg de vitamina C y 5 g de bicarbonato sódico por litro de agua. Finalmente, se pueden encender las luces 1-2 horas por la noche para que las gallinas ingieran pienso. 

5.- La alimentación de las reproductoras.

En España se mantienen unos 2.5 millones de reproductoras de líneas de puesta, y unos 5 millones de reproductoras de líneas de carne. Las reproductoras (pesan 3-4 kg) también comienzan la puesta hacia los 5 meses de edad; la puesta dura unos 8 meses, durante los cuales ponen 160-180 huevos fecundados, de los que se obtienen 130-150 pollitos. El índice de conversión es 400-450 g de pienso por pollito producido.
Los piensos de las reproductoras son similares a los de ponedoras; no obstante, el aporte de oligoelementos y vitaminas es mayor para las reproductoras, ya que las reservas del futuro pollito dependen del contenido de estos nutrientes en el huevo, y el contenido en el huevo depende básicamente de las cantidades ingeridas por las reproductoras (efecto carry-over). Los piensos de reproductoras también contienen los mismos aditivos que los de ponedoras, excepto obviamente pigmentantes. Aunque las reproductoras se mantienen en el suelo, no está permitida la inclusión de coccidiostáticos en los piensos, por lo que las reproductoras se vacunan contra las coccidiosis. El pienso de reproductoras se suele suministrar en harina; los machos y hembras se suelen alimentar con distintos piensos, adaptados a las necesidades de cada sexo.
Las reproductoras no regulan bien la ingestión energética, por lo que tienden a engrasarse, lo que se traduce en una caída de la puesta y de la fertilidad: 
     - las pollitas de recría se restringen a partir de las 5 semanas de edad para, además de retrasar su madurez sexual, evitar que engorden demasiado; el peso de las pollitas se ha de controlar periódicamente para conseguir el crecimiento estandar de la estirpe. 
     - las reproductoras se racionan a un consumo diario de 140-160 g, contrastando regularmente su peso con el estandar de la estirpe.


AUTOEVALUACION (Solución a los problemas)

Los veterinarios que trabajan en avicultura se encuentran frecuentemente con casos de explotaciones con una incidencia alta de ponedoras con hígado graso. Usted conoce la relación entre el hígado graso de ponedoras y la nutrición. 
El gerente de una fábrica de piensos se pone en contacto con usted para comentarle que tiene frecuentes reclamaciones en relación con la solidez de la cáscara de los huevos del tamaño del huevo. Usted le explica los principales factores nutricionales que suelen dar lugar a cáscaras débiles, así como aquellos otros que reducen el tamaño del huevo. 

Una persona que desea poner en funcionamiento una explotación con 50.000 ponedoras acude a usted para ser asesorado sobre la cantidad aproximada de pienso que consumirá su explotación: 
a) Consumo de pienso diario y anual en la explotación 
b) Número de silos (de 6 m de altura y 2.5 m de diámetro) para asegurar un abastecimiento quincenal de pienso.
c) Consumo medio diario y anual de agua en la explotación. 

En una visita a una fábrica de piensos debe usted comentar las diferencias entre los piensos de pollos, de ponedoras y de reproductoras avícolas en cuanto a los aditivos que contienen. 

En el mes de junio, un avicultor que fabrica su propio pienso (11 MJ EM/kg, 14% PB, 3.5% Ca) acude a usted para ser asesorado sobre las modificaciones a realizar en el pienso habitual, del cual las ponedoras consumen de media 120 g diarios. Usted le asesora sobre la concentración energética, proteica y de calcio en los piensos de verano, así como sobre el consumo aproximado de ese pienso de verano. 

Usted no tiene dificultades para comentar la veracidad ó no de las siguientes afirmaciones: 
- en las épocas de calor son más frecuentes los huevos rotos y pequeños, así como la incidencia del hígado graso 
- está prohibido incluir aditivos de prescripción en los piensos de ponedoras 
- para reducir el contenido en colesterol de los huevos es conveniente no incluir grasa en los piensos de ponedoras 
- los piensos de ponedoras incluyen más de un 5% de carbonato cálcico 
- en la UE existe una tendencia hacia el huevo marrón debido a su mayor calidad 
- los pollos tomateros ó pimentones son los hermanos de las ponedoras que se ceban durante 2-3 meses hasta los 800 g con un índice de conversión de 3.0-4.0 
- la carne de gallina de desvieje tiene un buen mercado 
- las pollitas de recría se racionan para retrasar su madurez sexual 
- los piensos de ponedoras deben contener mucho cereal para cubrir las necesidades glucogénicas de producción de huevos 
- el tamaño del huevo se puede aumentar incrementando la inclusión de grasa 
- en la UE están prohibidos los pigmentantes de síntesis química 
- las ponedoras destinan las dos terceras partes de la energía y proteína ingerida a cubrir las necesidades de mantenimiento 
- los piensos de ponedoras no suelen incluir cebada porque la digieren mal 
- los piensos de ponedoras son más concentrados que los de pollos 
- la grasa contenida en los piensos favorece la aparición de hígado graso 
- existe una tendencia a granular los piensos de ponedoras

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