15 de enero de 2013

Comportamiento de las gallinas


Comportamiento en grupo.

¿Existe un número mínimo para tener? Lo normal es que pensemos en que una gallina debe vivir en grupo. Las gallinas se mueren de vez en cuando, por lo que sería muy triste tener una única gallina y que se te muriera, por lo que se recomienda al menos un grupo de tres o cuatro para comenzar. Con cinco definitivamente tienes un grupo hecho. El seis es un número muy bonito, tal vez mi número favorito para un rebaño, pero es algo personal. 
Para futuro hay que tener en cuenta la posibilidad de poder introducir algún miembro en el rebaño. Así que si queremos que los recién llegados sean aceptados por sus compañeros, deberíamos introducirlos en paquetes de tres o más. De esta manera se obtienen racimos de pollos por edad y todos son felices.
Así que consideremos esto. Uno no añadiría un solo pollo joven nuevo en un rebaño de tres veteranos sin que tenga un “amigo”, así que por un mínimo de experiencia, deberíamos ir agregándolos en grupos de tres o cuatro.
Cada vez que perdamos tres, habrá que añadir tres. El rebaño debería fluctuar en tamaño de cuatro a siete, que yo diría que es una cantidad buena. Eso es lo que yo hago en estos momentos. Actualmente tengo cinco,  si se cae a cuatro, añadiré tres más. He llegado a tener más, pero nunca menos.
Hay un concepto a tener en cuenta: las gallinas no ponen toda su vida. Se tarda 6-9 meses en conseguir que comiencen a poner y luego continúan por unos cuantos años, entonces o bien mueren o se vuelven improductivas, por lo que queremos que haya un porcentaje de gallinas nuevas cada primavera en la manada para mantener una aceptable producción.

Personalidad

Las gallinas son muy compatibles con los seres humanos, e inspiran afecto y amor. Si se puede decir que los gatos y peces de colores pueden actuar positivamente sobre la salud del dueño de la mascota, que se podría decir de la gallina. 
Las gallinas difieren entre sí en términos de personalidad, tienden a asumir roles diferentes dentro del rebaño. Una gallina puede ser particularmente buena en una labor determinada, como "peligro en el cielo" y se convertirá en el centinela. Otras son buenas para encontrar comida primero y alertar a las demás. Otra gallina puede llamar a las otras para ir a dormir por la noche.
Algunas gallinas son más afectuosas y deseosas de contacto humano que otras. Con frecuencia, esto se asocia con la raza de la misma. Las plymouth barradas tienden a ser mansas y cariñosas. Las araucanas tienden a ser independientes. Las rhode island son leales y felices, sin miedo. Las brahmas son “esponjosas” y delicadas. Las gallinas también suelen formar grupos de afinidad de dos o tres dependiendo de las circunstancias de su introducción en el rebaño, su raza o su temperamento.

Comportamiento dominante y sumiso

El comportamiento dominante en los pollos se manifiesta en el espíritu agresivo de un ave a otra (y en el caso de los gallos, incluso hacia una persona). En condiciones de hacinamiento dicho comportamiento puede ser exagerado, pero en una situación normal de corral se manifiesta como un grosero comportamiento social oportunista.
El pollo es un animal dominante y celoso por lo que no aceptará que el amo que todos los días le da de comer confraternice con individuos de rangos inferiores. Sacudirá sus plumas y atacará al pollo que estés abrazando. Asegúrate de que el pollo dominante es el pollo con el que te vas a acurrucar, o si quieres dar cariño a un subalterno hazlo fuera de la vista del individuo “alfa”.
El comportamiento sumiso se caracteriza por un “lloriqueante discurso”, la inactividad y permanecer fuera del círculo ocupado por los demás pollos a la hora de comer. Habrá que mantener un ojo en pollos demasiado mansos y asegurarnos de que no sean demasiado maltratados. Si lo hacen, aislar el pollo dominante, que recibirá el mensaje (con el tiempo). Nunca aislar el pollo sumiso, esto es una gran desventaja para él y su perdición.
Por lo que sabemos, esta ley del más fuerte, que puede significar un peligro real para el pollo se produce sólo en condiciones artificiales. La mejor manera de canalizar el comportamiento dominante es desalentar al matón (pero no ser demasiado severo) de meterse con los pequeños o recién llegados, y ayudarles a conseguir comida suficiente. Es una buena idea el tener áreas separadas de alimentación o propagar golosinas alrededor para que todos disfruten. No sería extraño que tuviésemos que encarcelar al “matón” en una jaula aparte y en algún caso incluso jamás llegaremos a corregir su comportamiento.
Otra cosa a tener en cuenta es el asegurarnos que para canalizar dicha actitud agresiva lo realizaremos con movimientos suaves y afectuosos. Si lo tratamos con duras palabras o movimientos violentos el pollo no sabe lo que está haciendo y va a pensar que eres un matón que quiere pelear con él. Por lo que tendremos cuidado sobre todo si se trata de un gallo.

El idioma de las gallinas

Las gallinas tienen una amplia variedad de llamadas, y lo creas o no, hay una cualidad representacional o simbólica en su discurso. Estas llamadas comunican eficientemente el estado emocional de las gallinas, tanto para el cuidador como a las demás. 
Un fuerte y rítmico "boc boc boc boc boc boc ..." a menudo significa que un huevo ha sido puesto. Emiten un cloqueo impaciente al excavar como quejandose por la comida, otras veces llaman lastimeramente cuando se pone el sol y “coo” y carcajada cuando quieren cariño o lo están recibiendo. También tienen cloqueos de reconocimiento para decir hola.
Si un gran pájaro vuela por encima o se manifiesta posandose en un árbol cercano, el pollo centinela dará un grito para que suene la alarma y todos ellos puedan ocultarse si la situación parece peligrosa. Tuve un pollo que realmente alteraba la llamada centinela a un tono más alto o más bajo de volumen cuando la situación era más o menos peligrosa, como con el sobrevuelo de una pequeña ave. La llamada centinela por lo tanto, podría ser simbólicamente imitativa.
Una gallina en el nido a veces emite una advertencia cuando te acerques a ella, pero sólo antes de que hayan llegado a confiar en ti. Cada vez que salgo al patio trasero, las gallinas advierten a las demás a mi presencia con un grito un poco bajo. A veces, incluso algún gallo cantará. Esto puede ser porque quieren que salgas y les de comer o juegues con ellos, o simplemente podría ser síntoma de buen humor.
Cuanto más tiempo pases con tus gallinas más aprenderás de su idioma.


No hay comentarios:

Publicar un comentario