Las semillas de leguminosas contienen, de forma general,
sustancias antinutricionales y otras de cierto carácter tóxico cuya presencia
es mínima en las de uso habitual, sustancias que en parte pueden desaparecer por el lavado o
el calor, procesos que las eliminan o inactivan por ser la mayor parte de ellas
solubles o termolábiles.
Los factores antinutricionales y tóxicos de las
leguminosas-grano se pueden clasificar en tres grupos, según su estructura
química:
A. Derivado de proteína o aminoácidos:
1. Inhibidores de la tripsina
2. Fitohemoaglutininas
3. Agentes osteolatíricos
4. Agentes neurolatíricos
B. Glucósidos
5. Agentes bociógenos
6. Agentes cianogénicos
7. Saponinas
8. Glucósidos de la isoflavona
C. Varios
9. Agentes causantes del fabismo
10. Agentes quelantes de minerales
11. Agentes antivitamínicos
12. Alcaloides
Se conocía desde hace mucho tiempo la existencia en las
semillas de las leguminosas, y especialmente en la soja, de un factor
antitrípsico, una globulina aislada y caracterizada, por opornerse a la acción
de la tripsina, limitando el porcentaje y velocidad de liberación de los
aminoácidos esenciales de las proteínas alimenticias. El consumo de soja cruda
provoca una disminución en la eficacia alimenticia de la dieta y del
crecimiento de los animales experimentales que es acompañado por una hipertrofia de páncreas en aves y ratas, y de un aumento
de la secreción de enzimas pancreáticas.
En un trabajo realizado sobre la influencia de los
tratamientos tecnológicos sobre el
valor nutricional de la proteína de la soja, se concluía que
un tratamiento térmico adecuado permitía mejorar la calidad biológica de este
alimento,ya que dicha sustancia es termolábil, y en ese trabajo se pusieron a
punto una serie detests bioquímicos, que permitían apreciar la intensidad del
tratamiento a los que se habían sometido las tortas de soja comerciales, y como
estos tratamientos afectaban el valor biológico de la proteína de dichas
fuentes.
Otro factor antinutricional son las fitohemoglutininas que
producen la aglutinación de los hematíes debido a la especificidad por el receptor de
glucoproteína, situado en la superficie celular, factor presente en haba, guisante Judía,
lenteja, soja y otras, así como ausentes en garbanzo y altramuz, que se destruye también por
el calor. Con especies de los géneros Lathyrus y Vicia se asocia la
presencia de aminoácidos
libres tóxicos responsables del "latirismo" en sus
dos formas neurolatirismo o osteolatirismo, según afecte al sistema nervioso o
a los tejidos óseo o conjuntivo. Estos aminoácidos son: beta-aminopropionitrilo
(L. odoratus y L. pusillus); ácido alfa-gamma diaminobutírico (L. latifolius y
L. sylvestris); beta-ciano-L-alanina (V. sativa) y el ácido betaN-oxalil-alfa-beta-diaminopropiónico
(L. sativa).
Sustancias bociógenas se encuentran en especies de Brassicas
y en algunas leguminosas como la soja y cacahuete, responsables de alteraciones
del tiroides en animales y
en niños alimentados con leche de soja, efectos que
desaparecen con el tratamiento térmico de estos alimentos o por la
administración de ioduro potásico.
En cuanto a los agentes cianogénicos, aproximadamente unas
mil especies vegetales contienen este tipo de glucósidos que por acción
enzimática liberan ácido cianhídrico, que es tóxico. Entre estas especies se
encuentran algunas leguminosas que entran frecuentemente a formar parte de la
dieta humana y aninal, pertenecientes a los géneros Phaseolus, Vigna, Pisum,
Vicia y Cicer, resumiendo en la siguiente tabla las especies más
significativas:
CONTENIDO DE CIANHÍDRICO DE CIERTAS LEGUMINOSAS-GRANO
Plantas HCN producido, mg/100 g.
Judía de Lima (Phaseolus lunatus) 14,4-312.0
Guisante (Pisum sativum) 2,3
Altramuz (Lupinus mutabílis) 0,5-2,9
Judía común (Phaseolus vulgaris) 2,0
Garbanzo {Cicer arietinum) 0,8
Nivel máximo permitido 20,0
Las diferencias encontradas en diferentes muestras de una
misma especie se deben
a variaciones genéticas, condiciones de cultivo y sistemas
de almacenamiento que
influyen en el contenido en glucósidos cianogénicos en las
semillas. El calentamiento o
cocido de las mismas inactivan algunas enzimas que contienen
como beta-glucosidasa y
oximitrilasa responsables de la hidrólisis de dichos
glucósidos, evitando la toxicidad de
estos alimentos.
Al cocer estas legumbres en agua, la hidrólisis se produce
rápidamente liberándose
cianhídrico que al ser volátil se pierde, salvo cuando el
proceso es a presión, en cuyo caso el cianhídrico se condensa y deposita en el
alimento.
Parece ser que las enzimas secretadas en el tracto
intestinal o por la microflora del colon también pueden liberar cianhídrico de
los glucósidos presentes en algunas legumbres cocidas.
En lo concerniente a las saponinas es de destacar su acción
sobre la mucosa intestinal reduciendo su capacidad de absorción debido al
fuerte poder hemolítico de estos factores, que pueden ser inactivados por el calor. Los
principales géneros que
contienen saponinas son: Pisum, Vicia y Lupinus. Recientes
trabajos sugieren que estas sustancias pueden ser beneficiosas facilitando el
metabolismo del colesterol.
El fabismo es una enfemedad aguda caracterizada por una
anemia hemolítica, hemoglubinuria e ictericia, acompañada de fiebre alta,
pudiendo revestir gravedad en algunos casos, que afecta a ciertos individuos como consecuencia
de la ingestión de habas frescas o incluso por aspirar el polen de la flor.
Dicha enfermedad está circunscrita al área mediterránea, afectando a personas
expuestas que presentan deficiencias hereditarias en la enzima
glucosa-6-fosfato deshidrogenasa del hematíe, por lo que no forman suficiente
nicotinadenin dinucleotido fosfato reducido (NADPH+H) y el glutatión oxidado no
pasa a la forma reducida, lo cual es fundamental para la integridad de la
membrana celular del hematíe, evitando así una lisis temprana o abundante del
mismo.
En la actualidad no se conoce bien el factor tóxico
desencadenante de este proceso,
con la dificultad en el establecimiento de la patogénesis
del fabismo de la imposibilidad
de producirlo en animales experimentales. Existen evidencias
que las sustancias
responsables del fabismo son pirimidinas que proceden de
beta-glucósidos, la divicina e
isoneuril, agliconas de las proteínas vicina y convicina
respectivamente.
En cuanto a los agentes quelantes de metales, señalar que la
presencia de fitatos en
las semillas de leguminosas pueden secuestrar calcio,
magnesio, zinc, cobre e hierro,
formando complejos insolubles que impiden parcialmente la
absorción de dichos minerales, o unirse fuertemente con proteínas disminuyendo
su digestibilidad.
Se sabe que alrededor de 60 alcaloides se habían aislado de
180 especies de leguminosas, a las que conferían características de amargo y
toxicidad.
Son componentes termoestables, que algunas leguminosas
acumulan en su semilla,
siendo el principal género con importancia económica que
contienen cantidades apreciables de alcaloides el Lupinus.
El Lupinus luteus contiene "esparteina" y
"lupinina" y a veces "gramina", este último
que confiere sabor amargo. El L. angustifolius tiene
"lupanina", "angustifolina" y otros
menos importantes. En cuanto ál L. mutabilis se han
encontrado 25 alcaloides entre los
que destacan por su abundancia: esparteina,
N-metilangustifolina, K-9 (no identificado),
4-hidroxilupanina, 13-hidroxilupanina, etc. con un contenido
en alcaloides en las
semillas de 3,10%. Estos alcaloides son responsables del
"lupinismo", intoxicación caracterizada por hepatitis, trastornos
digestivos y nerviosos, debidos al consumo de semillas de variedades amargas no
tratadas. Afortunadamente por selección genética se puede eliminar este
inconveniente.
Por último, señalar el efecto negativo del contenido en
tanino de algunas variedades
de haba y guisante, especialmente en la testa, sobre el
valor nutritivo de estas semillas, traducido en una disminución de la
digestibilidad de la proteína.
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